Está bien ser egoísta

Kaguya y Miyuki son ambos dedicados combatientes en su continua Guerra de Amor, excepto en ciertas ocasiones especiales. Esta semana es una de esas ocasiones: hay una brillante luna de otoño y un cielo despejado, y Miyuki quiere mirarla desde el techo de la escuela.

Kaguya trata de encontrar una manera de avergonzarlo haciendo que le preste su chaqueta o que comparta la misma taza de té, pero Miyuki está tan «aletargado por la luna» que todo el orgullo y la vergüenza se quedan en el camino.

Cuando Kaguya menciona a su legendaria tocaya real como la razón por la que odia la luna, Miyuki presenta su interpretación del cuento.

Para él, la princesa Kaguya no le ofreció a su amante en la tierra una poción de inmortalidad para que pudiera encontrar otro amor, sino como un mensaje de que un día ella regresaría a él, mucho después de la vida normal de un humano… Y él esperaría el tiempo que le tomara a Kaguya regresar.

Él continúa encerándose poéticamente hasta que una Kaguya abrumada no puede soportar más y huye. Sin embargo, Miyuki sigue perdiendo cuando sale de su «alto de la luna» al día siguiente y se da cuenta de todas las cosas vergonzosas que dijo.

Una de las razones por las que todos se sumaron a la sesión de observación de la luna de Miyuki fue que el StuCo se disolverá pronto, por lo que las oportunidades serán menos frecuentes y tendrán más peso.

En el segundo y último segmento los miembros del consejo revisan los artículos acumulados de sus varias aventuras juntos, algunas de las cuales Yuu está enojado por no estar presente.

Una vez que todo está empacado, las luces se apagan, y las puertas del 67º Consejo Estudiantil se cierran por última vez, Chika no puede evitar empezar a llorar, y Kaguya no puede evitar llorar en respuesta.

Durante una cena de celebración en un restaurante familiar, Kaguya se da cuenta de que desde que Miyuki ya no es presidente, tiene que llamarlo de otra manera… pero no puede porque es demasiado vergonzoso y escandaloso.

Por supuesto, Chika inadvertidamente le restrega la incapacidad de Kaguya en su cara llamando al ex presidente por su nombre de pila como si no fuera nada. Yuu incluso le da un lindo apodo «Myu».

Una vez que Chika y Yuu se han ido a casa y Miyuki ha llevado a Kaguya a su puerta, ella considera las pocas oportunidades que tendrán de verse sin el StuCo o cualquier clase para conectarlos.

La hace sentir sola, pero incluso si se convierte en la nueva presidenta y Miyuki es su vice, sabe que él trabajaría muy duro, cuando ya tiene la carta de recomendación de la Junta de Fideicomisarios.

Querer más sería egoísta, y se dice a sí misma que no debería ser egoísta… pero a la hora de la verdad no puede renunciar a Miyuki tan fácilmente.

Ella lo toma del brazo y le pregunta si puede ser egoísta, pidiéndole que sea presidente un año más. Resulta que él ya había llenado en secreto la solicitud de candidato, esperando que ella fuera la que lo trajera a colación.

Así que, como suele ser el caso, la Kaguya Romántica gana cuando la Kaguya Combatiente pierde, como lo hace aquí. Es decir, si Miyuki termina ganando la elección. Parece que hay un nuevo candidato interesado en el puesto!